El Observatorio Europeo del Mercado de los Productos de la Pesca y de la Acuicultura (EUMOFA) ha publicado sus principales resultados a junio de 2017 sobre el mercado pesquero de la Unión Europea.
En 2016, el gasto en los hogares comunitarios de productos de la pesca y de la acuicultura aumentó un 1,5% en comparación con el año anterior, situándose en 54.775 millones de euros. Esto hizo que se registrase una tendencia general positiva en prácticamente todos los Estados miembros, a excepción del Reino Unido y Polonia. España lideró la lista con 10.500 millones de euros, aumentando un 3%.
El gasto per cápita aumentó a la par que el descenso del consumo aparente[1] lo que nos indica un aumento generalizado de los precios a nivel de consumo. Por tanto, los consumidores gastan más para consumir menos productos de la pesca y de la acuicultura. Si nos fijamos en el consumo en volumen España se mantiene, mientras que la UE disminuye un -2%. Un dato importante es que el consumidor comunitario gasta de media cuatro veces más en carne que en pescado. Fijándonos en nuestro país, los españoles gastaron en 2016 el doble en carne que en pescado.
Los precios del pescado registraron un crecimiento considerable entre 2015 y 2016, continuando la tendencia ascendente iniciada en 2006. Los precios al consumidor de los productos pesqueros han ido aumentando de manera constante en los últimos seis años, a una media de un +2,6% anual. A lo largo del periodo de seis años analizado, los precios al consumidor aumentaron, pero los de los productos pesqueros duplicaron el ritmo de crecimiento.
El consumo fresco de productos de la pesca y de la acuicultura registró un ligero descenso en 2016, tanto en valor como en volumen. Las perspectivas de los productos frescos sin embargo, parecen positivas en el medio plazo. Los minoristas a gran escala prevén un aumento de las ventas de pescado fresco junto con los productos ahumados y precocinados.
En 2016, los productos consumidos frescos con mayor valor añadido en la UE fueron el salmón, el bacalao, la merluza y la dorada, que representaron juntos el 33% del valor total del consumo en los hogares de la UE de pescado fresco.
España es el país consumidor de pescado fresco más importante de la UE. En valor, en 2016, las especies más consumidas frescas fueron la merluza, el salmón, la sardina, el bacalao y el lenguado, que juntas representaron el 42% del total tanto en valor como en volumen.
Centrándonos en los datos referentes a España, el valor total del consumo se mantuvo estable durante 2015-2016 (-0,8%), mientras que el volumen descendió ligeramente (-3%) en el mismo periodo. Al igual que en 2015, la principal especie consumida en España fue la merluza. Su consumo se recuperó del ligero descenso registrado en 2015. En 2016 el consumo de salmón descendió un 29% en volumen y un 15% en valor y registró la mayor tendencia negativa de todas las especies consumidas, en términos de volumen. El lenguado mostró una tendencia positiva, mientras que la sardina y el bacalao registraron descensos en valor y en volumen en 2016.
PRINCIPALES ESPECIES CONSUMIDAS (FRESCO) EN LOS HOGARES EN ESPAÑA EN VOLUMEN
En términos absolutos y a través del segmento minorista, en 2016, España registró la mayor cifra, con 905.000 toneladas (-3% frente a 2015), aunque a un menor nivel que en 2011. Destacar también que nuestro país fue el mayor consumidor de crustáceos, con 161.000 toneladas (-3% con respecto a 2015), seguido del Reino Unido, con 69.000 toneladas.
Por último comentar que desde 2012, el consumo de productos pesqueros orgánicos ha ido en constante aumento, registrando prácticamente 50.000 toneladas en 2016 (+73% frente a 2012). De media, en los principales mercados comunitarios, el 1,5% del consumo de productos pesqueros procede de la producción orgánica.
[1] Cantidad total de productos de la pesca y de la acuicultura consumidos en la Unión Europea.