La remontada de los ríos por parte de los salmones rojos es uno de los fenómenos más increíbles que se pueden observar en la naturaleza. Los salmones, tras un viaje de miles de kilómetros regresan a sus ríos de origen, lugar donde nacieron, para reproducirse y así completar el ciclo de la vida.
Los salmones, nacen en los ríos donde pasan las primeras etapas de su vida. Tras eso, nadan a mar abierto, donde pasan la mayor parte de su vida adulta y ganan su gran tamaño. Tras eso, regresan con una extraordinaria precisión a los ríos donde años atrás nacieron. Según muchos científicos, los salmones disponen de un sistema de magnetorrecepción , lo cual les permite, aun estando en medio del océano, orientarse hasta encontrar el rio que les vio nacer. Otros animales con este sentido son las palomas, razón por la cual se las utilizo de mensajeras durante muchos años, antes de la llegada de los medios de comunicación modernos.
Sin embargo, el viaje de vuelta a casa de los salmones no está exento de peligros. Tras recorrer el océano durante años, los salmones que regresan a los ríos deben nadar rio arriba, remontando fuertes corrientes. Durante este recorrido, los salmones dejaran de alimentarse, y tendrán que sortear numerosos obstáculos para alcanzar su meta. El viaje, muchas veces es de varios cientos de kilómetros.
Foto de Watersher_Watch, salmones remontando el rio. Muchos de ellos yacen muertos y jamás completarán el viaje.
Debido a las construcciones modernas que muchas veces hacen imposible para el salmón el poder remontar el río (como las presas), se han construido estructuras de apoyo que permiten al salmón poder realizar este enorme viaje.
Escaleras por las cuales el salmón puede atravesar zonas construidas por el hombre. Foto de Calamity_sal.
El viaje, ya de por si agotador, tiene retos añadidos, pues varios predadores, como los osos, pescadores aficionados o las águilas, esperaran a los salmones para darles caza. En Alaska y Canada, los osos se dan cada año enormes banquetes con los salmones que tratan de remontar el rio.
Foto de Doug Brown, osos pescando salmones en Alaska.
Una vez sorteados todos los obstáculos, los salmones que han logrado terminar el viaje, una vez han terminado de remontar el rio, se aparean. La hembra excava un agujero donde deposita los huevos, y el macho lo fecunda con su esperma. Tras eso, los padres, sin energía para regresar al océano, se acuestan juntos en el arroyo hasta que mueren.
Durante el invierno, los cuerpos de los salmones que lograron remontar el rio se descomponen, y eso suele atraer a muchos microorganismos. Gracias a eso, una vez llega la primavera, cuándo los huevos se abren y las crías nacen, están podrán alimentarse de los microorganismos de la zona.
Las crías nunca ven a sus padres, pero también se nutrirán de sus cuerpos descompuestos. Cuando crezcan lo suficiente, abandonaran el rio para nadar a los océanos, donde el ciclo de la vida comenzará de nuevo.