No se puede hablar de la comida o cena perfecta si no existe un buen maridaje entre el vino y el plato del que vamos a disfrutar. Y como no es tarea fácil existen numersoso matices y detalles a los que debemos prestarles atención si queremos hallar la combinación perfecta. Casi todos pensamos que la mejor decisión en cuanto al vino en el caso de y platos de pescado y marisco es siempre el vino blanco, pero es siempre así?
Con este post pretendemos ayudaros en la elección del vino siempre que vayáis a ofrecer o a disfrutar de un plato de pescado y marisco, y desde luego es mucho más complicado de lo que parece.
En primer lugar tenemos que recordar que hay diferentes tipos de pescados, y que por lo tanto no cualquier vino combina bien con cada uno de ellos. En el caso de los mariscos tenemos que destacar que su alto contenido en yodo pueden producir un sabor fuerte, por lo que hay que tener cuidado a la hora de escoger el mejor vino como compañero de mesa.
Aquí os vamos a presentar unas claves para que vuestra decisión sea impecable:
- Pescados blancos (magros): Este tipo de pescado se caracterizan por tener un bajo contenido en grasa, no superior al 3%. Por este motivo debemos escoger un vino delicado y sutil como el Chardonnay sin madera. Algunos ejemplos de pescados blancos son la merluza, o el bacalao.
- Pescados semigrasos: Este tipo de pescados contienen entre un 3 y un 6% de grasa. En este caso necesitamos un vino de mayor carácter y mayor sabor, como por ejemplo un Chardonnay con un leve paso por barricas. Algunos representantes de este grupo de pescados son la dorada, la lubina o la trucha.
- Pescados azules: Estos pescados son conocidos por su elevado contenido en Omega 3 que se corresponde con su contenido en grasa que es superior al 3%. Debido a que son los pescados con más sabor en este caso deberíamos combinarlos con un vino con carácter. Entre los pescados azules destacamos el salmón o el atún. También se puede combinar este tipo de pescados con un tinto joven
Los mariscos también tienen sus peculiaridades y como consejo os diremos que la langosta en elaboraciones sencillas o con salsas de mantequilla combinan bien con un Chardonnay fermentado en barrica, o que los crustáceos casan bien con Riesling, Gewürztraminer, Verdejos o blancos de Alella. Como curiosidad os diremos que nuestro típico “Pulpo a Feira”, también combina fenomenal con tintos jóvenes.
Ya vemos que no es nada fácil acertar en la elección del vino para los platos de pescado y marisco, ya que influyen multitud de variables, incluso las salsas con las que se aderecen los platos, sin embargo esperamos que con estos pequeños consejos os acerquéis a la elección perfecta!