Un plato de ostras en la cola de la pescadería o un bocadillo tras comprar al charcutero del mercado. El Ayuntamiento de Madrid trabaja en una regulación para posibilitar a los minoristas la venta de consumiciones para tomar en el propio local.
Madrid prepara una ordenanza con el fin de establecer las condiciones para pescaderos, carniceros, fruteros o charcuteros puedan ofrecer “actividades de degustación” en mercados municipales. Una vez que salga adelante, los detallistas podrán comercializar alimentos frescos y transformados sin envasar como consumición, según el texto, al que ha tenido acceso Efeagro.
La importancia de esta propuesta, en período de alegaciones, está en que “dará cobertura legal” y regulará que un pescadero pueda vender al cliente, por ejemplo, un plato de gambas, o un charcutero una tapa de queso.
Su objetivo es favorecer la “modernización” de estos comercios tradicionales, que podrán sumarse a tendencias como la de las librerías que ofrecen café o las peluquerías donde se pueden tomar cócteles, según ha explicado a Efeagro la directora adjunta de la Asociación de detallistas de Pescado de Madrid (Adepesca), María Luisa Álvarez,
La ordenanza fija la posibilidad de habilitar zonas de degustación en áreas comunes, con un límite de espacio y permiso para que los alimentos se acompañen de ciertas bebidas, como refrescos, vino, cerveza, cafés o chocolate.
Por el contrario, queda excluido el servicio de mesas.
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